Tuesday, March 07, 2006

Kohell: El juguete

Abrió el regalo, con cuidado primero, con una gran explosion de júbilo después, y esparció, en un caos creciente, las piezas por el suelo del salón. Era un hermoso juego de construcciones, con muchísimas posibilidades, nada de esos juegos con piezas tasadas en forma y número, con el que sólo puedes fabricar tal o cual cosa. En éste, no había más guía que un pequeño papel con algunas nociones básicas y las instrucciones de ensamblado de las minúsculas partes. A partir de ahí, las combinaciones eran innumerables. Eso era bueno. Aun tendría que hacer pruebas, hasta que saliese algo a a su gusto, un poco de orden en el desorden general.

Lo primero, decía el papel, es separar la Luz de la Oscuridad...

Y siguió probando, y jugando, y extraviando las primeras piezas bajo algún mueble. Ya todos sabemos, que el destino de estos juegos es que las piezas se vayan perdiendo gradualmente, hasta que no quede nada.

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